"Hay tanta emoción en esto y la razón por la que hago este trabajo es por la emoción que me brinda. Me siento orgulloso de ser parte de la familia del Inter", fueron las primeras palabras en la conferencia de prensa oficial en el centro deportivo Angelo Moratti.
Ranieri también manifestó su visión de como se encuentra el equipo y cuales son sus objetivos mas inmediatos y lo que espera a futuro. "Ha habido mucha mala suerte y lesiones, ahora tenemos que recuperar la confianza y la autoestima y tratar de mejorar algunos puntos. Es el comienzo de un nuevo camino. Hace un año y medio estos muchachos fueron campeones. Creo en sus deseos de reaccionar, quiero ver a ese grupo compacto de nuevo que nunca renunció a lo que vi cuando jugué contra ellos. Ahora tenemos que pensar en conseguir resultados, que es lo más importante. Ellos [los jugadores] están acostumbrados a ganar, sólo hay que empezar a hacerlo de nuevo".
Con respecto a quienes lo describen como un entrenador bien educado y de buen comportamiento, declaró que "soy así todo el tiempo, todo lo que hago, lo hago con amor y pasión". Sin embargo, aclaró que por supuesto que hubo algunas escaramuzas con José Mourinho, pero que "todo esto es parte de la lógica en la prensa y hemos jugado en ella también. Un argumento verbal es una cosa, el respeto mutuo que dos personas tienen el uno al otro siempre es algo diferente".
Finalmente, cuando le entregaron una camiseta neroazzurra con su nombre le preguntaron qué jugador sería hoy en día si fuese futbolista, a lo que expresó que seria "Christian Chivu, un lateral por izquierda", aunque enseguida destacó que "si estoy aquí hoy, es todo gracias a Herrera: fue él quien me eligió de entre un millar de niños. Si Helenio Herrera no hubiese estado en Roma, no podría haber estado aquí hoy".
Fuente: Inter.it
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